El reverso de una historia
Imagina cómo hubiera sido todo si se hubieran conocido frente a un café en vez de un vodka tónica. Fantasea con que se habrían hecho amigos. Igual que esa vez, él la habría invitado a su casa a ver sus discos y quizás ella le habría leído un pasaje de su libro favorito que estaba en el librero de él. Habrían compartido frustraciones con una copa de vino y habrían terminado riéndose a carcajadas. Se habrían rozado con el codo sin saber que eso significaba algo.
Habrían pasado largas temporadas sin verse hasta que ella agarraba el teléfono sin necesitar una razón. Un día, después de muchos años, él le habría contado que se había enamorado ahora sí y ella se habría burlado de su forma de enamorarse, le habría recordado todas las veces que eso había sucedido antes. Más tarde recibía un correo de la inauguración de su nuevo departamento con ella y se sorprendía o un poco, se alegraba otro, desconfiaba otro más. Quizás recién entonces se preguntaba por qué nunca lo besó. Se habría sentado en su mesa y calificado mentalmente a su mujer, que le habría parecido un poco excéntrica, pero interesante igual, muy para él. Se encontrarían de cuando en cuando en el mismo café y hablarían de cosas que no les importan, sentirían nostalgia de la cercanía que se les había escapado sin saber cómo.
Hasta que él la llamaba un día para contarle la pelea y ella lo consolaba de la manera más banal posible, se emborrachaban un poco y resultaba que la despechada era ella. Entonces pensaría que quizás hubo un día en que podría haberse enamorado de él, pero ese día había pasado hacía muchos años. En cambio, lo querría despacio y levemente, de lejos y por partes. Pero la historia fue al revés.
Ser
Esta son las microscópica cosas
que se montan unas sobre otras
granitos de arena a merced del viento
Somos ni más ni menos que eso
que se asoma por la ventana
cuando te miras las uñas
el último pensamiento al acostarse
la idea que se te cuela en los sueños
lo sueños que te dan ideas
no es más que este gesto
una mueca tan leve
como la sombra que pasa por tu cara
esto
es
Para empezar
En el silencio
del roce, del intercambio calórico
de la meticulosa conspiración
de dejarte circundar por pensamientos
un ritual que se inventa
a medida que pones
la mano en el picaporte
cada vez un poco más igual
que la vez anterior
hablar de todo
pero evitar algo
y así no decir nada
circular tópicos que de tanto girar
comienzan a erosionarnos
Hasta que un día
te estalla una carcajada en plena cara
y sin querer se te escapa
por la comisura del labio
algo así como una mano en el pelo
o un elogio a la cintura
algo que inaugura
el fin de la inocuidad
Este poema fue publicado en el libro “50 maneras de ser tu amante”, al que me invitó a participar mi amigo Rafa, cuyo poema (que me encanta) también aparece. Lindo proyecto.
Bis
Todos los muertos
tendrían que caber en un cigarro de media noche
pero se rebalsan cuando la noche se acaba
y tú y tú
de cuando éramos juguetes
el tiempo me hace a un lado
y recorro tinieblas por venir
como si no fuera suficiente
el sueño persistente
me enjabono tu nombre indeleble
que se avecina hueco
el hueco se instala y vamos por el otra vez
la otra vez
dando botes
como el eco de esta habitación sin cortinas
las palabras siguen bordándome signos
no las detengo
no las contengo
no basta nada
otra vez nada
y así la historia de ida en ida
estas palabras ruedan sin que venga a cuento
acariciando la infamia de canciones antiguas
Gaviotas del Mapocho
Mi primera incursión, para bien o para mal, en el lenguaje audiovisual. Una contextualización del nombre del blog también.
Carta de amor
Para convocarte te evoco
desde el fondo de mi cabeza
requiero que te incorpores
a las baldosas de mi casa
que manifiestes tu figura distante
a través de estas palabras
tu presencia es
el peso de las noches en mi cuerpo
los sueños que realizan en el presente
días pasados y futuros
pura imagen, símbolo y significante
porque no hay nada entre mis dedos
más que letras encadenadas a sí mismas
no hay nada en mis sábanas
más que el volumen vacío de tu ausencia
mi cuerpo iluso
se sienta a descansar
en el aire
Besos en diferido
Envío besos
de pantalla a pantalla
de mi casa vacía
a tu sala con gente
de cama tibia
a escritorio
de la noche a la mañana
como si estuviéramos en distintos husos horarios
como si la noche ancha de invierno
me detuviera los labios
y las palabras no alcanzaran a recorrer cuadras
y tuvieran que andar kilómetros en trenes
para no decir nada
más que besos
que no se dicen
Apago la radio y enciendo el silencio
para que mis sueños se coman la distancia
y amanezcan besos recibidos
Ensayo del otoño
En este proyecto de desconsuelo
primero diré que no hay tiempo
ni pasos descuidados
horadando las veredas
que nos rondan
aún si los recuerdos incipientes
quedan aplastados
por el peso del vértigo
Luego voy a ensayar
la nostalgia del futuro
y el gesto de las hojas
a los árboles despojados
Finalmente
perfeccionaré la pantomima
de disolverse en esta maraña de trazos
cubriéndome el cuerpo de pasos
mientras la añoranza líquida
halla los intersticios
Retrato de la bruma
Tengo tu sabor pegado en la boca
y más allá de la boca
en los ojos,
detrás de los ojos
en el meollo de la cabeza
donde el olfato
va a encontrarse
con la mirada
Te tengo pegado
en la hondonada acogedora
de mi cuerpo
Tus pájaros vuelan
por mis bordes
atravesando cielos abandonados
les pregunto si buscan islas
pero juegan a un silencio
de aleteo lento
Escondo los nombres
entre las palabras
para navegar
mientras dure el viento
Comentarios recientes